lunes, 29 de agosto de 2011

Península de Araya: atractivo turístico por excelencia



La sencillez y hospitalidad de su gente, exóticos parajes y sus monumentos, han hecho de Araya y Manicuare dos sitios preferidos por oriundos y visitantes del estado Sucre. A pocos minutos de Cumaná, en travesía marina o un poco más en recorrido terrestre, estas dos localidades cautivan con su artesanía, gastronomía e infinidad de sitios para deleitar la vista y reconfortarse con la paz que inspira el mar.


Sucre es uno de los lugares más hermosos de Venezuela. Sus monumentos históricos, la sencillez de su gente y sus exóticos paisajes naturales han hecho de esta región uno de los destinos turísticos más importantes del país. Recorrer la carretera que conduce desde Puerto La Cruz a Cumaná regala placeres a la vista. Costas de múltiples tonalidades con extensiones de arena dorada que se observan a lo largo del camino son sinónimo de belleza y esplendor. Por si fuera poco, ese inmensurable océano que en ocasiones parece unirse con el azul del cielo complementa su encanto con una increíble vegetación que destaca por frondosos y matizados verdes. Durante el trayecto de la también conocida "Ruta del Sol", con el mar a un lado y las montañas al otro, se puede observar el litoral que conforma el Parque Nacional Mochima.


Playa Colorada, Arapo, Arapito, Santa Fé y Los Hicacos, las más conocidas, son el punto de encuentro de decenas de turistas que buscan el lugar perfecto para su disfrute y recreación. En algunas se ofrece la posibilidad de contratar paseos en bote a las islas Picuda Grande, Chimanas y La Borracha, entre otros rincones de una costa que une a Anzoátegui con Sucre.



Una buena alternativa es seguir la travesía hasta Cumaná y tomar una vía que conduzca a la Península de Araya y a la localidad de Manicuare. Dos espacios abiertos que merecen ser explorados y visitados. 


La primogénita. Cumaná es una ciudad que ofrece alternativas para el disfrute y la recreación de oriundos y visitantes. Sus dos penínsulas, Araya y Paria, forman parte de esa diversidad geográfica que fortalece su atractivo turístico.


La Península de Araya se dibuja en el paisaje como una lengua de tierra de más de 70 kilómetros de largo ubicada al noreste del estado Sucre. Para visitar esta localidad, que destaca por su historia, gastronomía y artesanía, se puede optar por disfrutar de una travesía por tierra o de un recorrido marítimo desde Cumaná, en el ferry de Naviarca.

Costa purpúrea. Una vez en el sitio, la mirada queda atrapada por las salinas de Araya, con un característico color púrpura que se matiza de acuerdo a la orientación del Sol y la profundidad del agua. Si se quiere pernoctar, existen posadas donde alojarse y diferentes lugares para explorar. Uno de ellos es la playa del Castillo de casi un kilómetro de extensión, desde el terminal de ferrys hasta las ruinas de la Real Fortaleza Santiago Arroyo de Araya.
 

En la costa oeste hay playas de arenas blancas y limpias preferidas por bañistas. Laguna Grande y Laguna Chica, dos reservorios de agua salada de la costa sur de la península, y Punta Cangrejo son sitios que también vale la pena visitar. Su acceso es sólo por mar.


Camino por tierra. El viaje terrestre se puede hacer desde Cumaná hasta Araya en poco más de 3 horas. Cariaco es la puerta de entrada a la península. Una vez allí se puede hacer un pequeño desvío y visitar los balnearios de aguas termales que se encuentran en la vía Cariaco-Casanay. Todos estos sitios ofrecen servicios de posada, hoteles y restaurantes. También es posible acampar, pues entre Guacarapo y Los Cachicatos existen varios desarrollos turísticos. Al llegar a la costa norte se verá la extensa playa de Guarapo, algunos viejos cocoteros y un morro de piedra emergiendo del mar.


La población de Chacopata está a la derecha, es básicamente un pueblo de pescadores. Allí es posible contactar a alguien que guíe el recorrido por la laguna, la isla Caribe e isla de Lobos, ambas muy interesantes para la pesca submarina; también se puede aprovechar para comprar pescado fresco.






El fortín mantiene su encanto. Uno de los atractivos turísticos más importantes de Araya es la Real Fortaleza Santiago Arroyo de Araya. En 1684, un terremoto causó grandes daños en su estructura. Y en 1725, la acción de un huracán inundó las salinas empeorando la situación del fortín. Es por esta razón, y por los costos que acarreaba a la corona española, que se decide en 1762 su destrucción parcial, quedando inutilizado para la defensa. El 31 de octubre de 1960, es declarado Patrimonio Cultural de la Nación.

Valor artesanal. Hablar de Manicuare y no referirse a sus artesanos es imperdonable. En esta población ubicada al sur de la Península de Araya habitan decenas de personas para quienes la elaboración de objetos de arcilla representa algo más que una manera de ganarse la vida.



Devoción a una Virgen. Una de las primeras infraestructuras que se observan al entrar a la población de Araya es el Santuario "Nuestra Señora de las Aguas Santas". En esta iglesia, pintada de un color azul intenso, reposa una pequeña efigie que durante años ha velado por el bienestar de los habitantes de esta hermosa localidad. Todo aquel que visita esta popular península venezolana se acerca a ver la imagen de la Santa Patrona, una réplica de "Nuestra Señora de las Aguas Santas Coronada" que se encuentra en Sevilla, España. 

Fuente: pac.com.ve

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